No debemos engañarnos. El Festival de cine de Casares es un festival chiquito, no ocupa las principales portadas ni falta que hace, porque la realidad va por otros cauces ajenos a los titulares de prensa. Lo importante es que en el sector audiovisual se conoce relativamente bien la marca #NuevoCineAndaluz de Casares. Y se conoce porque este es un festival genuino e independiente. Y porque Casares es un pueblo auténtico y muy bonito. Raúl Mancilla le puso el nombre de #SundanceAndaluz. Lo cierto es que, año tras año, la familia del festival, como nos gusta llamarla desde la organización, crece, y con ello el festival se consolida. Para nosotr@s, eso es lo importante. Ya van nueve ediciones dando la matraca con lo de #cineandaluz; desde mucho antes lo está haciendo Asecan, y por eso se lo hemos reconocido en esta novena edición. Las secciones dedicadas al cine andaluz empiezan a coger peso en festivales importantes, donde antes no lo tenían. Pero ninguno de ellos, a excepción de la Semana de Cine de Córdoba, que este 2022 ha celebrado su primera edición, o el festival de Burguillos que lleva seis ediciones y se dedica a los cortos, ninguno ha tratado en exclusiva el cine andaluz, como sí lo hace el festival Nuevo Cine Andaluz de Casares. Es la realidad. Año tras año traemos la producción audiovisual andaluza actual a este bello rincón malagueño e intentamos dar visibilidad a todas las disciplinas que están convirtiendo a Andalucía en un polo industrial cinematográfico con voz propia; y eso también es una realidad.

No habíamos tenido tiempo de cerrar el capítulo de esta novena edición, que finalizó el pasado 8 de octubre, y lo hacemos con esta parrafada. Todavía estamos terminando algunos flecos, pero ya vamos a por la décima ¡Viva el cine andaluz! ¡Vivan los pajarracos! ¡Viva Casares!