Premio Cámara Oscura 2021: Juan Sebastián Bollaín

En la edición 2020 del Festival Nuevo Cine Andaluz tuvimos la suerte de grabar para la programación de ese año, que tuvo que ser online a causa de la pandemia, una entrevista con un director al que considerábamos necesario destacar: Juan Sebastián Bollaín. Programamos además dos de sus trabajos, en formato medio y largometraje, “Sevilla 2030” (2003) y “Las dos orillas” (1987).

La charla nos permitió adentrarnos en la obra de un cineasta difícil de clasificar, descubriendo la osadía poética de un pensamiento que va en paralelo a la crítica filosófica y técnica, derivada de su formación como arquitecto y urbanista. También su sentido del humor, su honestidad, su humildad, su cercanía, y el aspecto revolucionario de su creación. Todo esto dota al conjunto de su obra cinematográfica de un carisma singular y visionario que resulta coherente con el espíritu de los reconocimientos que desde el año 2015 damos en nuestro festival y desde Casares a personas, entidades o proyectos andaluces que hacen o hayan hecho avanzar el cine que se hace en Andalucía y la industria andaluza. Son los premios Cámara Oscura.

Bollaín nace en Madrid en 1945, aunque se muda a Sevilla con 9 años de edad, ciudad en la que reside en la actualidad. A los 14 años empieza a mirar a través del objetivo de una cámara de 8mm y desde ese momento comienza una formación autodidacta en el cine que ha continuado a lo largo de toda su carrera. Este aprendizaje, utilizando la curiosidad, la experimentación y sus propios medios, le he permitido crear un lenguaje propio que queda de manifiesto en su singular filmografía, fundamentalmente en los proyectos en formato corto y mediometraje –los más alejados de las reglas comerciales de la industria-, a los que hay que añadir un discurso propio que en ocasiones ha puesto en un hándicap a las administraciones. Nos gusta ese espíritu libre.

Así pues, con enorme satisfacción otorgamos el premio Cámara Oscura 2021 a Juan Sebastián Bollaín, un cineasta revolucionario que nos inspira y al que nos une ese “hacer las cosas desde las tripas” -utilizando sus propias palabras-, cuyo particular mundo ha hecho más grande y mejor el cine hecho en Andalucía.