Después del fin de semana entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre, donde diez equipos provenientes desde distintas partes de la geografía andaluza grabaron y entregaron en estas 48 horas sus cortos exprés, el lunes 2 daba comienzo oficialmente la décima edición del Festival Nuevo Cine Andaluz de Casares. Por la mañana había comenzado el curso que con el título «El cine no es solo el guion» y durante tres días estaba impartiendo el director almeriense Manuel Martín Cuenca.

A las 18:30, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Casares, Andrés Morales, inauguraba el festival en el Centro Cultural Blas Infante, antigua Iglesia de la Encarnación desde 1505 y mezquita desde el siglo XIII en el Casares medieval, en la actualidad templo dedicado a la Cultura, donde se ha podido disfrutar durante la semana de las proyecciones, los debates y de la exposición con las 30 obras finalistas del concurso de Fotografía Nuevo Cine Andaluz de esta edición.

Mi última Condena

Tras la presentación institucional, el director Juan Mata, el productor de Yolaperdono, Manuel Jiménez, y parte del equipo de «Mi última condena» presentaban este largometraje documental que se vería despúes de proyectar el primero de los diez cortometrajes seleccionados en esta edición del concurso de Cortometrajes Nuevo Cine Andaluz:  «157», de Álex Esteve.

Tras el documental, Juan Mata, Manuel Jiménez y el resto del equipo conversaron con el público sobre este trabajo que retrata la interesante biografía de Ana de Pombo, que desarrolló una exitosa carrera como modista en París en los años 30, vivió los convulsos episodios de la segunda Guerra Mundial y la España de la postguerra, y pasó las dos últimas décadas de su vida en Marbella, donde fue miembro relevante de la sociedad marbellí de la época y tuvo una estrecha amistad con el cineasta Jean Cocteau. «Mi última condena» recibió a la postre una mención especial del jurado de esta edición del festival.