La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico elimina el documental de creación de las ayudas a la producción de largometraje.

El pasado 23 de mayo se publicaba, en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía número 96, la Orden del 11 de mayo de 2022 sobre las nuevas bases reguladoras de concesión de subvenciones a la producción de proyectos de largometrajes, documentales y obras audiovisuales en Andalucía. Con esta nueva orden, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta Andalucía está atacando directamente a la pluralidad y diversidad del cine documental que se produce en nuestro territorio.

Las nuevas bases eliminan la línea de apoyo que durante décadas permitió la producción de largometrajes documentales con vocación artística y creativa. Así mismo, discriminan a las/os cineastas que realizan sus primeros documentales en formato de largometraje, ya que sólo se contemplan ayudas para los nuevos realizadores/as de largometrajes de ficción y de animación. Otro de los aspectos más graves de la orden son los criterios de valoración, puesto que se atiende mayoritariamente a las pautas industriales por encima de los criterios artísticos y de viabilidad técnica, además de reducir enormemente la libertad temática de las propuestas.

Ante tales circunstancias, la Mesa del Cine Documental Andaluz quiere expresar su rechazo absoluto a las nuevas bases reguladoras de las ayudas a la producción de largometrajes documentales e instar al nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía, que saldrá elegido en las próximas elecciones del 19 de junio, a trabajar para la creación de una nueva orden que atienda verdaderamente a las necesidades y características de todo el sector que produce cine documental en nuestra comunidad autónoma.

Mesa del Cine Documental Andaluz

Entendemos que el proceso de diálogo que la Consejería de Cultura señala haber realizado con el sector ha estado restringido tan solo a aquellas entidades que tienen un fin más comercial e industrial y que, debido a ello, no se ha consensuado un modelo de trabajo abierto, transparente, participativo que entendiera el sector en un sentido más amplio que incluyera a toda la diversidad de asociaciones, productoras y cineastas de Andalucía.

En este sentido, queremos recordar que la Mesa del Cine Documental Andaluz nació hace más de un año y medio con el propósito de iniciar un diálogo con la administración andaluza para que las políticas de ayudas reconozcan y se alineen con la naturaleza y necesidades específicas de la producción del cine de no ficción. En este tiempo, hemos conseguido tener dos reuniones con la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales (AAIICC), responsable de las políticas públicas del sector cinematográfico, en las que siempre hemos defendido una propuesta pedagógica de mejora de las ayudas que adecúe las leyes autonómicas a las leyes estatales para lograr considerar al cine documental y experimental como “Obra audiovisual difícil” que precisa de una especial protección dada su fragilidad en términos comerciales.

Diálogo infructuoso con la administración

El último encuentro de la Mesa de Cine Documental Andaluz con la AAIICC se realizó hace algunas semanas y tuvo como objetivo apoyar y explicar nuestras alegaciones al borrador de la citada orden.

En esa reunión, desde nuestra posición, intentamos hacer pedagogía de las necesidades del sector documental, poniendo ejemplos claros para que entendieran por qué este borrador discriminaba gran parte de las formas del cine documental, destacando la eliminación de la línea de cine documental creativo. Sin embargo, su respuesta siempre fue orientada a unas supuestas demandas que el sector había realizado hace cuatro años pidiendo que se simplificara el procedimiento de solicitud de las ayudas. Para apoyar nuestras alegaciones, relatamos los ejemplos de algunas películas documentales de éxito internacional caracterizadas por sus miradas libres y sus formatos más abiertos; también nos dedicamos a explicar por qué el sistema de puntuación mediante el que se eligen los proyectos debe priorizar los criterios artísticos y la viabilidad técnica, mencionando que existen métodos precedentes para poder valorar cuestiones como la calidad y la originalidad con el fin de cultivar un cine libre y desprejuiciado que pueda mirar hacia el mundo exterior desde el territorio andaluz.

En vista del transcurso de los acontecimientos y de la publicación definitiva de las nuevas bases, desde la Mesa de Cine Documental, la única conclusión que podemos sacar en relación al proceso de nuestras alegaciones y a la interlocución directa con la Consejería de Cultura, es que nuestros encuentros han sido para ellos un mero trámite administrativo que carecía completamente de cualquier voluntad de escucha o diálogo y que tan sólo ha servido para blindar su gestión con una supuesta máscara de transparencia, interlocución y consulta.

Creemos fervientemente que sin el diálogo, la reflexión conjunta y la negociación con todos los agentes del sector, la Consejería de Cultura estará siempre muy lejos de ser un verdadero motor de mejora de las condiciones y las posibilidades de la producción cinematográfica que nuestra comunidad autónoma necesita. Es por ello y a pesar de ello, que manifestamos que la Mesa del Cine Documental Andaluz va a seguir siempre trabajando y aunando fuerzas con otras entidades de nuestro territorio para continuar defendiendo las políticas públicas que apoyen la pluralidad del cine documental en Andalucía.

6 de junio de 2022, Mesa de Cine Documental Andaluz